21 octubre 2018

Adobo de cerdo


Introducción


Las carnicerías de mi infancia están llenas de colores: embutidos colgados del rosa al negro pasando por los diferentes rojos de longanizas y chorizos... Las mantecas blancas, brillantes, y otras de tono gris con un buen número de especias, y los lebrillos con carne de cerdo puesta en adobo. 

En casa el adobo se compraba preparado en la carnicería, pero... un día, enviaron a Maicha a comprarlo y le dijeron que no tenían pero que se lo preparaban en un momento: ¡Oh, qué grata sorpresa! descubrir los secretos de ese sabor delicioso en un momento, y aprender a hacerlo para toda la vida, pues era bien sencillo, cosa simple que podía hacer hasta una niña con los ojos cerrados.

La carnicera comenzó a poner los ingredientes y a mezclar con unas patetas de madera, hasta conseguir que aquel conjunto rojizo adquiriera la uniformidad deseada, impregnando y recubriendo los trozos de carne por todos lados.

Al cabo de los años, ya lejos de La Terreta y nuestro pueblo, los adobos de carne que comíamos no recordaban para nada el sabor que guardábamos en la memoria. Por eso, con lo sencillo que es elaborar este adobo, si nos apetece carne adobada la preparamos en casa, y así  además podemos seleccionar qué partes de la carne queremos preparar para cada ocasión.

Con los adobos de vinagre y sal, desde la antigüedad se vienen conservando las carnes y pescados, así que son una forma muy práctica de 

Lo mejor es dejar que esta carne en adobo repose, así que podemos prepararlo incluso con mucha antelación. Esto de tener varios días, sin neveras, los alimentos aptos para el consumo era una gran ventaja en tiempos pasados. Como a veces había que disimular el sabor algo alterado, se combinaba con hierbas aromáticas y especias. Ese es el origen de tantos adobos y embutidos de carnes, que luego podían incluso ser secados estar disponibles todo el año.

Este que os mostramos es uno de entre todos ellos. No es el único adobo para carnes de cerdo que preparamos, pero es el que nos lleva al sabor de nuestra infancia.


Ingredientes
(Para 4 comensales)
  • 1 y 1/2 Kg. de carne de cerdo (puede ser costillar troceado, lomo, chuletas, etc.)

Adobo:

  • Pimentón dulce y no ahumado (tipo murciano mejor que de La Vera) en abundancia: 3 2 o 3 cucharadas soperas.
  • Orégano en abundancia (una o dos cucharadas soperas).
  • Dientes de ajo pelados y partidos a láminas (según gustos, de 4 a 8 dientes).
  • Sal (una cucharada de las de postre).
  • Vinagre de vino abundante (3 o 4 cucharadas).

Preparación


Lo mejor es dejar reposar la carne con el adobo antes de freírla, pero si no tenemos tiempo, basta con un cuarto de hora para obtener este sabor delicioso. 

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En un recipiente algo hondo y amplio colocar todos los ingredientes del adobo y mezclarlos bien. 

Añadir la carne y revolver todo junto hasta conseguir que toda la carne quede bien impregnada. Si se ve poco adobo, rectificar añadiendo más pimentón.

Dejar en reposo, y al cabo de al menos un cuarto de hora poner al fuego una sartén con abundante aceite y freír la carne.

Servir caliente, con acompañamiento de patatas.
Variantes del plato

Los adobos para carnes y pescados pueden ser muy variados. En su base están el vinagre 
-que es imprescindible en la conservación-, la sal y las especias. Lo que suele hacer que sean tan diferentes unos de otros es precisamente la combinación de especias y hierbas aromáticas.


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