Las mandarinas en estos tiempos que estamos viviendo no se parecen casi nada a las que comíamos hace 60 años. Esas mandarinas achatadas, pequeñas, con una piel finísima muy aromática y que luego al comerlas nos decepcionaban un poco porque no tenían el sabor intenso que esperábamos al retirarles la piel con las uñas. Eran de una variedad que se denomina Fina, aunque las que se cultivan ahora de este tipo no son exactamente como aquellas. Creemos que con las mandarinas aquellas este bizcocho tendría mucho más aroma, pero llega a acercarse bastante al sabor de este cítrico.
Pocas veces hemos introducido tal cual una receta que no fuese tradicional o de creación propia. En este caso, hacemos una excepción. Julia Laich firma esta receta de Bizcocho glaseado de mandarina, que publicó el 24 de octubre de 2019 en El País, y que ha sido recuperada por El Comidista, de Gastro El País, del 26 de enero de 2023.
Esperamos que os guste tanto como a nosotras, pues ya veis que ha merecido que la incorporemos a nuestro repertorio de repostería para las meriendas y desayunos del otoño e invierno, en función de cuándo vemos en el mercado las variedades de finas o de las clementinas.
Ingredientes
Para el bizcocho:
- 2 mandarinas pequeñas de piel fina (variedad valencia, o en su defecto clementina).
- 150 ml. de aceite de girasol.
- 250 gr. de azúcar blanco.
- 2 huevos.
- 330 gr. de harina.
- 1 sobre de levadura Royal o dos cucharadas de las de postre con levadura en polvo.
- un poco de harina y mantequilla para untar el molde.
Para el glaseado:
- 180 gr. de azúcar glas.
- 1 mandarina para extraer 3 cucharadas de zumo de mandarina.
Preparación
Mientras se calienta el horno a 200º, batir en un bol amplio el aceite con el azúcar y los huevos.
Cortar las mandarinas en cuartos y triturarla, con piel incluida, con un robot de cocina o batidora, y acto seguido añadirla a la mezcla.
Incorporar al bol la harina tamizada junto con la levadura, para formar la masa.
Elegir el recipiente para horno: molde de corona o rectangular de 25 cm. más o menos, o circular, según nos parezca, y untarlo con un poco de mantequilla y harina.
Verter la masa y hornear a 18º durante aproximadamente media hora, pinchando en el centro y comprobando que la aguja sale limpia, signo de que está cocido.
Una vez fuera del horno esperar a que enfríe para desmoldarlo.
Preparar con el azúcar glas y las tres cucharadas de zumo de mandarina el glaseado, e ir incorporándolo a modo de hilo sobre el bizcocho.
Otros detalles
Si las mandarinas no son de piel fina hay que retirarle la parte blanca de la piel para evitar que quede el bizcocho excesivamente amargo. También se puede prescindir de la piel, y en todo caso rallar y espolvorear por encima el biscocho una vez lo tengamos hecho fuera del horno.
Variantes del plato
Cualquier otro cítrico podemos utilizarlo del mismo modo, llevando precaución con la utilización de la corteza.
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