01 febrero 2017

Guacamole


Introducción


El aguacate o palta (que con los dos nombres se conoce en Mesoamérica) es la fruta con la que se elabora el guacamole. Con el aguacate se elabor desde tiempo inmemorial una salsa llamada guacamole que es sin duda  el plato  más característico de la comida mexicana, porque se ha popularizado y extendido a todos los rincones del planeta. 

Es muy difícil conseguir un aguacate en su punto de maduración, pues se tiene por costumbre cosecharlo antes de que madure en el árbol, por eso lo solemos encontrar en las fruterías casi siempre duros como piedras. Para ayudaros algo en la buena elección y la mejor manera de guardarlo y consumirlo, os recomendamos pinchar aquí.

Sobre su historia, es  un fruto que ya se consumía en épocas muy remotas, como ha demostrado la arqueología:
"Existen evidencias arqueológicas de la presencia del aguacate en Mesoamérica desde tiempos prehistóricos. Los fósiles de ese fruto sugieren que su presencia en la sierra de Nuevo León se remonta a épocas muy antiguas; en el centro de México desde 16000 y 8000 a. C., y en la península de Yucatán desde 3400 a. C. Los fósiles de sus semillas, encontrados en una cueva de Coaxcatlán, Puebla, indican que el aguacate era consumido por los pobladores del valle de Tehuacán entre 8000 y 10000 a. C., y en los valles de Oaxaca desde 1200 a. C." (Galindo Toval, ME, et alii).
Está bien que sepamos que su nombre procede de la palabra  Ahuacamolli en la  lengua náhualt hablada por los aztecas. Es una palabra compuesta de Ahuactl (aguacate) y molli (mole o salsa). Quizás por la forma del fruto, en las leyendas antiguas se le otorgan poderes afrodisíacos.

Para los más curiosos en lo referente al aguacate en la península Ibérica, recomendamos leer la Historia del aguacate español de Julián Díaz Robledo (Madrid, 1997). Desde luego es interesante conocer que hasta la segunda mitad del s. XX era un fruto muy exótico y apenas había quien lo hubiese probado en España y Europa.

En un principio el guacamole se elaboraba con aguacate y agua, pero poco a poco y según regiones se le fueron añadiendo otros ingredientes como tomate, cebolla, limón, perejil o cilantro, ajo, y chile... incluso hoy en día llega a mezclarse con mayonesa o yogur.

Se consume tradicionalmente como acompañamiento de otros alimentos, si bien es muy socorrido comerlo sólo sobre nachos o finas tostas de maíz. A nosotras nos gusta mucho con salmón y otros pescados ahumados.

El guacamole  que os presentamos es uno de tantos, a nuestro gusto por supuestísimo, porque guacamole se puede hacer de muchas maneras. Este queda con un punto ácido muy refrescante especialmente apropiado para buenos días soleados.



(La foto la hemos tomado prestada porque es muy bonita).

Ingredientes
(Para 4-6 comensales)
  • 2 aguacates en su punto de maduración (con un bonito color verde en la superficie de la fruta pelada).
  •  1 limón.
  • 1/2 cebolla o una cebolleta tierna.
  • 1 tomate.
  • 2 cucharadas de yogur (opcional).
  • sal al gusto.


Preparación


Exprimir el limón. Pelar y limpiar de semillas el tomate, triturarlo o rallarlo y dejar reposar sobre un plato  a fin de que se separe la pulpa del exceso de líquido, pues utilizaremos una cucharada de la pulpa espesa.
Pelar y extraer el corazón de los aguacates.
En el vaso de la batidora colocamos los trozos de aguacate, la media cebolla o cebolleta, la cucharada de tomate, el zumo del limón (o parte de él si no nos gusta muy ácido), la sal y si lo deseamos las dos cucharadas de yogur.
Triturar todo junto y servir fresco, en fuente amplia para introducir los nachos con los que tomar la crema a modo de cuchara.



Otros detalles


Se puede hacer en mortero o aplastado con tenedor, si nos gusta con tropezones, y rallando la cebolla y el tomate.

Si no tenemos tomate fresco, podemos utilizar una cucharada de tomate de bote al natural, e incluso una cucharadita de ketchup.

Si nos gusta poco ácido, poner solo unas gotitas de limón para evitar que oxide y se quede con color negruzco.


Para guardarlo, siempre tapado herméticamente y en frigorífico, y con limón para que no se ennegrezca. Otro modo de evitar que pierda su bonito color verde es añadiendo unas gotas de aceite de oliva, porque lo de introducir el hueso no suele dar muy buen resultado.


Hay quien lo  congela una vez hecho en bolsas apropiadas extrayendo toso el aire posible para evitar que se oxide.


Variantes del plato

Guacamole picante, por ejemplo, añadiendo chiles verdes. También está muy extendido el guacamole con ajos y perejil o cilantro verde.

Como relleno de tartaletas, huevos duros o cubriendo tostas por ejemplo, con anchoas por encima o con algún marisco cocido, el guacamole sirve para preparar muchos tipos de entrantes.


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