28 octubre 2016

Crêpes


Introducción


Las crêpes son unas tortas muy finas de harina (con huevos y leche en la actualidad) que en la región francesa de Bretaña se hacen tradicionalmente, especialmente para la fecha de la fiesta de la Candelaria (2 de febrero), pero que tienen un origen común en las tortas de pan ácimo que por Europa extendieron  los romanos y que por el Mediterráneo se han seguido haciendo sin más ingredientes que la harina, sal y agua -madre de la masa de la pizza, de los gazpachos, etc-. La palabra deriva del latín crispus, adjetivo que significa rizado o rugoso, porque así era su aspecto tras cocer esta masa, muy extendida y aplanada, sobre una plancha lisa. 
Al igual que en muchas regiones, para evitar la adherencia al recipiente en que se cocían, se ponía un poco de aceite sobre la plancha o bien el aceite se incorporaba a la misma masa, mientras que una singularidad de la zona de Bretaña es que se utiliza para esto mismo la mantequilla, ya que carecían de olivos, con lo que el resultado de los bordes de las tortitas muy irregulares viene a justificar el origen del nombre. 
La antigua crêpe, por tanto, se elaboraba con harina (en algunos casos con la del trigo sarraceno) y agua si tenía que servir para envolver otros alimentos, a modo de nuestros bocadillos o sándwiches, que los labriegos y gentes de otros oficios solían llevar para comer fuera de casa. Sin embargo, los que se preparaban para las conmemoraciones festivas eran dulces, recubiertos de miel en origen, y más tarde rellenos de cremas y mermeladas. Fue para estos para los que se fue enriqueciendo también la masa, añadiéndole huevos y leche, en fórmulas más o menos variadas, y son las que conocemos hoy día como las crêpes.


En la actualidad, las  o los crepes (como las reconoce la Real Academia de la Lengua) se toman, como siempre, en sus dos versiones: saladas o dulces.

Ingredientes
  • 200 gr. de harina.
  • 3 huevos.
  • 250 ml. de leche.
  • 1 pizca de sal.
  • Mantequilla para la cocción.
  • 1 cucharada de azúcar (opcional).
Preparación


Batir los huevos en un cuenco con una pizca de sal, a continuación ir incorporando la harina, y finalmente diluir con la leche, procurando que no se hagan grumos, sin dejar de remover. Para todo esto se pueden utilizar varillas con motor o batidora. 

Dejar reposar durante unos 20 minutos con el fin de que se adense y quede más homogénea la pasta, aunque siempre tiene una textura bastante líquida.

Calentar una sartén o un recipiente antiadherente, y untarlo con una pizca de mantequilla. Con un cucharón  tomar parte de la masa y verter sobre la superficie ya caliente la masa, extendiendola bien, en una capa muy fina. Dorar un minuto por cada lado, dando la vuelta con mucho cuidado, con ayuda de una espátula o tenedor.


Proceder de este modo hasta que se acabe la masa, e ir colocando las crêpes separadas por una lámina de papel de aluminio o film, a fin de que no se pequen entre sí, hasta la hora de emplatarlos, o colocarlos directamente en el plato o fuente de servirlos.

Si se prefieren las crepes dulces, añadir a estos ingredientes una cucharada de azúcar.
Se pueden servir rellenos de crema, nata, mermelada, o cualquier relleno salado a base de verduras, o bechamel, quesos, jamón, salmón...


Otros detalles

Si se tiene crepera (recipiente especial para este uso), resulta algo más fácil darles la vuelta.
Si queda demasiado líquida la masa se puede añadir un poco más de harina.
Las crepes  más finas se obtienen cuando la masa es bastante líquida.




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