24 enero 2016

Taramosalata o ensalada de huevas de pescado



Introducción


Los griegos, pueblo marinero donde los haya, son maestros en preparar platos con los frutos del mar.
Tarama es, en turco, una pasta de huevas de pescado conservada en salazón, así que la Taramosalata (o ensalada de huevas) es un platillo de crema para tomar con pan, muy similar en su textura al hommos, a la melitsanosalata y a otros entrantes cremosos y fríos muy extendidos por el Mediterráneo Oriental. Su origen se diluye entre las tradiciones helénicas y turcas de las islas del Egeo, el más mitológico de los mares. 

Podemos imaginar a los héroes de la Odisea mojando el pan en una fuente de taramosalata mientras comentaban sus hazañas al calor de una hoguera sin soltar su kílix rebosante de vino.

Le sucede a la taramosalata lo mismo que a la mayoría de los platos más ancestrales, que con el tiempo han variado tanto algunos de los componentes que se han transfigurado rotundamente. Y no decimos esto porque sí, sino porque haber cambiado en este caso el pan por la patata hace que la crema tenga hoy una textura mucho más suave.

Hemos visto muchas recetas que mantienen el pan como base de esta deliciosa ensalada (mucho más fieles a la tradición originaria), pero a nosotras nos parece mejor alterada con la cremosidad que proporciona la fécula de patata. Así la hemos comido en nuestros viajes por Grecia y os la vamos a detallar, aunque en Variantes del plato os ofrecemos también cómo prepararla con pan.
Ingredientes
(Para 6 comensales)
  • 100 gr. de huevas de pescado (caviar de mújol rojo, o similares).
  • 300 gr. de patatas cocidas.
  • 100 ml. de aceite de oliva.
  • 20 gr. de cebolla rallada.
  • Zumo de 1 limón y 1/2. (al gusto)
  • Sal al gusto.
  • Pan ácimo o tostado para untar.
  • Aceitunas negras y perejil o eneldo fresco para decorar la fuente.
Preparación


Una vez cocidas las patatas con agua y sal y peladas, aún calientes machacarlas con un tenedor hasta conseguir una pasta suave y homogénea. Añadir poco a poco el zumo de limón, reservando una parte para repasar al final según nuestro gusto. Rallar parte de una cebolla y añadir 20 gr. de ésta ya picada a la patata. Sin dejar de remover proseguir mezclando ahora el aceite poco a poco hasta conseguir una textura suave. Por último incorporar las huevas y remover con cuidado para que no se rompan pero queden bien integradas en la pasta. Repasar el punto de acidez añadiendo más limón si es necesario.
Dejar enfriar del todo y servir en una fuente amplia, adornada con aceitunas negras, un poco de perejil o de eneldo fresco.
Otros detalles

Se puede mantener en la nevera sin problemas durante bastantes horas, pero no días.

Variantes del plato
Para hacer la taramosalata más arcaica, en lugar de las patadas utilizar 250 gr. de miga de pan remojada en agua y escurrida, y convertirla en una pasta con el tenedor, y proceder en lo demás del modo indicado arriba.

4 comentarios:

  1. Me animaré a hacerla uno de estos días. S
    iempre la he comido en vuestra casa y está magnífica! Gracias.

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  2. las huevas van crudas? cocidas?, van en salazón?

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    Respuestas
    1. Sí, las huevas, normalmente un botecito de caviar rojo de mújol, o incluso de salmón pero que no sean de las gruesas, si son más fáciles de encontrar.
      Pero en origen este plato seguro que se hacía con huevas de pescado en salazón, hoy bastante difíciles, por no decir imposibles de encontrar.

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