Introducción
Una buena fuente de ensalada de granadas con escarola alegra tanto la vista como el paladar, con el toque brillante de los granos rojos entre el lecho verde y el contraste del sabor amargo de la escarola frente al dulce de la granada. Sabores intensos que, sin el contrapunto ácido del vinagre no serían lo mismo.
Este plato es extremadamente otoñal, pues sus ingredientes básicos sólo se dan en esta temporada, alargándose hasta la navidad. Por eso nos gusta incluirla en las mesas navideñas, si las granadas se mantienen en el mercado aún en esas fechas.
Nosotras no recordamos esta combinación de sabores en la mesa familiar de la infancia, y eso que somos ilicitanas, es decir, de una tierra en la que se han cultivado las granadas en los huertos entre las palmeras desde hace más de 10 siglos, que se dice pronto, y de donde proceden la mayoría de las granadas que se consumen en toda Europa. La incorporamos hará unos 20 años y desde entonces no hemos dejado de prepararla todos los otoños.
En otra ocasión hablaremos de este fruto considerado el de la vida eterna en las culturas fenicia y griega y que con el mismo sentido pasa a la cultura ibérica; hoy sólo disfrutaremos del plato.
Ingredientes
(Para 4-6 comensales)
- 1 Escarola limpia de las hojas más verdes.
- 1 granada de aproximadamente 300 gr.
- 50 gr. cebolla tierna (cebolleta) .
- 1 cucharadita de miel (preferiblemente de roble).
- 1/2 cucharadita de sal.
- 2 cucharadas de vinagre de vino tinto.
- 1 cucharadita de azúcar.
- Pimienta al gusto.
Preparación
En primer lugar desgranar la granada. Si no sabes cómo pelarla, además de las indicaciones que aparecen en el anterior enlace, mira este vídeo.
Lavamos las hojas más tiernas de la escarola y mantenemos a remojo si observamos que están algo mustias hasta la hora de montar la ensalada. Entonces la partiremos no demasiado menuda.
En un cuenco con agua, una pizca de sal, una cucharadita de azúcar y una cucharada de vinagre ponemos a remojo durante al menos 15 minutos la cebolla tierna cortada en tiras o en rodajas.
Colocamos en una fuente un lecho de hojas de escarola, después esparcimos la cebolla sobre la escarola y sobre todo ello vertemos la granada.
Para la salsa, en otro cuenco ponemos la miel junto con la sal, la cucharada de vinagre y la pimienta y batimos enérgicamente. No conviene aliñar hasta el momento de consumir, para que no se pochen las hojas de la escarola, por ello si la salsa se ha reposado, volvemos a removerla antes de servir.
Variantes del plato
Se le pueden añadir más ingredientes, con cada uno de los cuales se obtiene una ensalada diferente y muy sabrosa.
Combina muy bien con lascas de queso curado y otros, pero a nosotras nos gusta mucho prepararla con queso fresco de cabra frito, que le da un toque muy ilicitano.
También le podemos añadir piñones fritos o tostados, o almendras, pistachos o nueces.
"Y dos huevos duros!", como al camarote de los Hermanos Marx en Una noche en la ópera.
Si además acompañamos con unas ruedas de las primeros frutos del naranjo, ya casi casi tenemos todo el sabor del Mediterráneo más oriental en un plato de ensalada.
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