Coquetes o Mantecados

Introducción

Tardes de invierno con olor de canela y limón. En nuestras fiestas navideñas no faltan nunca estos mantecados para las largas sobremesas.
Ya era una fiesta en sí entrar a la cocina a preparar les coquetes, con la tía Remedios dirigiendo las faenas. Hoy los niños disfrutan exactamente igual que lo hacíamos nosotras ayudando con el rodillo y recortando la masa con los moldes de estrellitas, campanas, medias lunas y demás, o mezclando la canela con el azúcar para el espolvoreado final.

Para estas fiestas que se avecinan, con campaña electoral y urnas de por medio, os recomendamos usar la elaboración de los mantecados para soltar adrenalina mientras le damos puñetazos  a la masa desfogándonos con exabruptos contra el que peor nos caiga. Sin duda la masa quedará más homogénea y los mantecados más crujientes. Este método ya lo experimentamos una tarde que nos juntamos varias familias de amigos para elaborar juntos los dulces de navidad, por eso sabemos que funciona.

Aunque se pueden hacer mezclando harina de almendra, estos mantecados no la llevan. Quizás por ello es un dulce muy extendido, pues sus ingredientes son muy económicos y el resultado excepcional.

Como comentábamos en la receta de los almendrados, las urgencias por estar tan encima ya de las fechas en que se comienzan a comer estos dulces hace que dejemos para más adelante su historia.

Ingredientes

• 1 Kg. de harina de trigo.
• ½ Kg. de manteca de cerdo. 
• ½ kg. de azúcar y una taza más de azúcar para espolvorear los mantecados al sacarlos del horno.
• 3 o 4 yemas de huevo. 
• Corteza de 1 limón rallada.
• Una cucharada sopera de canela en polvo.

Preparación

Se ponen en un cuenco grande 3 yemas de huevo, se añade poco a poco el medio kilo de azúcar mezclando con un tenedor o varilla y se bate la mezcla hasta que esté espumosa. Si quedara demasiado dura se añade una yema más.

Después se agrega, por este orden y mezclando con el tenedor o batidor, la ralladura de limón y la manteca ablandada a temperatura ambiente (no derretida). Finalmente se va incorporando la harina, y mezclando: primero con el tenedor y al final con las manos, porque la masa es dura y requiere trabajarla con manos y puños hasta obtener una masa homogénea.

Cuando la masa está bien mezclada, se pone sobre la tabla y se extiende con el rodillo para hacer una torta de 1 cm o 1,5 cm de espesor. Se recorta con ayuda de moldes para galletas (o si no con el borde de un vaso) y con una espátula se van colocando los mantecados, con cuidado de no romperlos, sobre la bandeja del horno cubierta de papel vegetal. Se meten al horno calentado a 180º o 200º, cuidando de colocar la bandeja a mitad de altura, para que el calor sea homogéneo. Se cuecen durante 10-12 minutos, vigilando, porque deben sacarse en cuanto comiencen a tomar un color ligeramente dorado.

Mientras se cuecen en el horno se mezcla la taza de azúcar restante con la canela molida y se espolvorean con la mezcla los mantecados calientes en cuanto salen del horno. Se dejan enfriar unos minutos antes de despegarlos con la espátula, pues la pasta es crujiente y quebradiza, y aún lo es más muy caliente.


(Foto de las coquetes de Virginia Munilla Isidro, diciembre 2015)

Observaciones

Es recomendable sacar con cuidado el papel vegetal con los mantecados para que se enfríen y poder seguir con la siguiente tanda que debe ir al horno.